Las negligencias o malas praxis médicas tienen lugar cuando por una acción no adecuada se producen daños en los pacientes. Las que ocurren en clínicas odontológicas son bastante frecuentes, sobre todo en las comúnmente denominadas cadenas, que el año pasado acumularon el 70% de las reclamaciones.
Si el odontólogo que ha llevado a cabo el tratamiento dental carece del título necesario para ejercer su actividad profesional, no tiene la experiencia que se requiere o, en general, carece de la cualificación adecuada, será responsable por los daños que haya ocasionado.
Puede ser que el profesional esté perfectamente cualificado y que cometa un error. En este caso, habría que analizar las circunstancias del caso para indagar si estamos ante una negligencia médica, que el profesional podría haber evitado con una conducta más diligente.
Los errores que más se repiten son los siguientes:
-Falta de información al paciente. Si el odontólogo no le ha informado correctamente sobre el tratamiento a seguir o las técnicas empleadas con los riesgos inherentes y se produce un daño, el perjudicado podría reclamar.
-Falta de consulta del historial clínico. El conocimiento del estado de salud del paciente es preceptivo. Con ello se evitan situaciones desagradables como por ejemplo, suministrar algún fármaco al paciente que le produzca un daño.
-Error o retraso en el diagnóstico. Esto podría reclamarse si a partir de las exploraciones realizadas no han podido identificarse síntomas de enfermedades, como en el caso de un cáncer bucal.
-Técnica o tratamiento inadecuado. Estaríamos ante el caso de poner un implante a un paciente que no tiene una buena estructura maxilar.
-Complicaciones con la anestesia. Ya sea por la falta de consentimiento informado o por aplicarla negligentemente.
-Extraer dientes de forma incorrecta. Lo que sucede cuando se extraen muelas sanas o con una mala técnica.
-Dañar el nervio de la lengua, de manera que provoque entumecimiento permanente, al realizar una intervención quirúrgica.
-Causar algún tipo de infección por un procedimiento inadecuado.
Antes de interponer una demanda en el Juzgado, se recomienda intentar solucionar el problema de forma extrajudicial. Para analizar las posibilidades de éxito, hay que valorar el historial clínico, las circunstancias del caso y un informe pericial médico desde el punto de vista de un abogado especialista en este tipo de negligencias.
En Bufete Navarro podemos ayudarle. Llame al 93 675 92 80 o deje su mensaje en el siguiente formulario y estaremos encantados de poder asesorarle.
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