Los perros que presentan una o más de las siguientes características tienen la consideración de potencialmente peligrosos
Además cuando el perro en cuestión tiene un progenitor potencialmente peligroso y otro que no lo es, se establecerá como criterio de referencia para su inscripción el aspecto físico. Si se asemeja al progenitor potencialmente peligroso se inscribirá como tal y si se parece al que no lo es, pasará al censo como indefinido.
Los propietarios y las personas que pasean a estos perros necesitan una licencia administrativa que emite el ayuntamiento del municipio donde reside habitualmente el animal y donde tiene que estar censado.
El propietario deberá obtener una licencia para la tenencia de perros potencialmente peligrosos.
Para ello:
El que pasea al animal sin ser propietario, deberá obtener una licencia para la conducción de perros potencialmente peligrosos y sólo se expedirá una por animal. Los requisitos para su obtención son los mismos que para el propietario, a excepción del documento acreditativo de la identificación por microchip y la formalización del seguro de responsabilidad civil (si bien, tiene que asegurarse de que el otro dispone de tal cobertura aseguradora).
Tanto la licencia para la tenencia como la de la conducción, tienen un periodo de validez de 5 años y pueden utilizarse en todo el territorio español. Si hay un cambio de residencia, hay que solicitar la baja al censo del municipio anterior y el alta en el nuevo.
En las vías, transportes y lugares de uso público en general, así como en las partes comunes de los inmuebles colectivos, los perros tienen que ir con bozal y atados con una cadena no corredera de 2 metros de longitud máxima.
Las paredes y las vallas tienen que ser suficientemente altas y consistentes y tienen que estar bien fijadas con el fin de soportar el peso y la presión del animal.
Las puertas serán tan resistentes y efectivas como el resto del contorno y deben impedir que los animales puedan desencajar o abrir los mecanismos de seguridad.
El recinto tiene que estar convenientemente señalizado, advirtiendo que hay un perro potencialmente peligroso.
Para hacer criar a estos perros, se requiere la inscripción del inmueble donde viven, como centros de cría, en el Registro de Núcleos Zoológicos.
El ayuntamiento del lugar donde reside el perro puede, mediante ordenanza municipal, imponer otras medidas.
Si necesita ayuda sobre este tema o cualquier otro relacionado con el Derecho Animal, no dude en llamar al 93 675 92 80 o dejar un mensaje en el siguiente formulario:
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Que un perro muerda a otro perro o a una persona, puede pasar. Lo importante es saber qué hay que hacer cuando sucede. En este post vamos a centrarnos en la responsabilidad civil derivada de las agresiones caninas.
La responsabilidad de la que hablamos es de carácter extracontractual y se regula en el artículo 1905 del Código Civil, que señala que quien posee un animal o se sirve de él debe responder por los perjuicios que cause. No quedará exento de responsabilidad aunque se le escape o extravíe. Solamente se librará en dos casos: fuerza mayor o culpa de quien sufrió las lesiones.
La fuerza mayor, recogida en el artículo 1105 CC, engloba fenómenos imprevisibles o inevitables. Si ocurriese algún hecho inimaginable o que, aunque se hubiese podido preveer no hubiese podido evitarse de ningún modo, el responsable del animal quedará exento de culpa.
Lo mismo sucede si hay culpa del animal o de la persona agredida. Por ejemplo, si han provocado al perro y éste ha reaccionado por ello. En este caso, la carga de la prueba recae en el responsable del animal agresor (artículo 217.3 CC), que tendría que demostrar que efectivamente hubo provocación y que, como consecuencia, el perro atacó y causó las lesiones.
Concrección de las lesiones sufridas
Cuando ocurre un accidente de este tipo, hay que proceder a la identificación de los daños materiales y morales así como, en su caso, el lucro cesante. Debido a la dificultad que tiene la cuantificación de los daños, analógicamente se puede aplicar el baremo de accidentes causados por vehículos a motor. Esto es lo que se hace en la práctica, pero no es obligatorio.
Cobertura del seguro
Los seguros de hogar suelen contemplar este tipo de accidentes, por lo que lo primero que hay que hacer cuando el perro cause lesiones es comprobar que estamos cubiertos. En todo caso, lo más recomendable es contratar un seguro específico de responsabilidad civil por los daños futuros que pudiera ocasionar el animal.
En Bufete Navarro le asesoraremos si se encuentra en esta situación. Si tiene alguna duda sobre este tema o cualquier otro dentro del Derecho Animal, llame al teléfono 93 675 92 80 o deje su mensaje en el siguiente formulario. Estaremos encantados de ayudarle.
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